lunes, 19 de abril de 2010

Tarea grupal 5: Uno, dos, tres...

Genial comedia de ritmo frenético y mordaz humor político obra del gran Billy Wilder y que muestra las dotes cómicas de su protagonista, el duro James Cagney, en una historia que sabe jugar muy bien con un tema tan serio como es el de las dos Alemanias surgidas de la Segunda Guerra Mundial, para hacer una brillante sátira del capitalismo y (sobre todo) del comunismo.
El argumento es simple. En el Berlín de la Guerra Fría, el señor MacNamara, el responsable de la planta embotelladora de Coca-Cola situada en el sector occidental (dónde si no) debe vigilar las andanzas de la alocada joven Scarlett. La chica en cuestión no es otra que la hija del dueño de la empresa multinacional. En Berlín, Scarlett, que no atiende a razones políticas ni ideales más allá del dólar, se casa en secreto con Otto, un joven comunista. MacNamara (interpetado por un genial James Cagney) intentará que ese contratiempo no le perjudique ante los ojos de su jefe.
En 1,2,3 la parodia se utiliza con fina ironía para dibujar una serie de personajes absolutamente desternillantes:el empresario capitalista que se inmiscuye y pretende dirigir la vida de todos, la hija tonta del jefe, el cabezacuadrismo alemán, la secretaria sexy,el alcoholismo ruso, el afán de coca-Cola por llegar a todos los rincones del mundo, la lucha entre Pepsi y Coca-Cola (esa escena final...) ... incluso del pasado nazi de los trabajadores alemanes.
Fuente: elenamerin.espacioblog.com



Esperamos tus comentarios!

24 comentarios:

SUSANA MARÍN CAÑA dijo...

He elegido la película Un, dos, tres, de 1961, porque es una divertida comedia en la que nos cuenta lo que ocurrió el domingo 13 de agosto de 1961 en Berlín sobre el "telón de acero" cuando Berlín quedó dividida en dos: en Berlín este y Belín Oeste".
La película trata ue Macnamara es un jefe de la compañía Coca-cola en la que trabaja en dicha ciudad, la población termina por dividirse políticamente, debido al sistema capitalista y al comunista, es decir, el film trata sobre la denominada "Guerra Fría".
Con la confianza de alcanzar una salida a Londres, Macnamara se hace cargo de Scarleet, la hija de su superior, pero cuando ésta emigra a la capital germana, en donde se casa con un adolescente comunista.
Me ha gustado mucho porque he aprendido los sucesos fatídicos ocurridos ese día y la cosa que más me ha gustado de la película ha sido: cuando detiene al esposo de Scarlett por fijar carteles de Kruschev en los desfiles. Además de eso, me ha llamado la atención diferentes escenas de la película, como por ejemplo: cuando Otto va en su moto y cruza la puerta de Banderburgo cargado con un reloj de cuco muy cantoso, también me ha llamado la atención, entre tantas cosas, cuando los habitantes de Rusia se ponen a mirar a la secretaría de Nacmara vestida de lunares, y sobre todo, lo que he dicho anteriormente.
La recomiendo a todo el mundo porque se trata de una película didáctica.

Manuel Caro Fuentes dijo...

Manuel Caro Fuentes. Tarea Grupal 5
Me ha parecido una divertidísima comedia donde se observa la guerra fria que existía en ese momento muy bien ubicado en las Alemanias divididas. Es hilarante la situación que crea la película, sobre todo la hija del jefe principal de la Coca Cola como se enamora y se casa con un joven comunista de la Alemania comunista. El intento del directivo de la Coca-Cola por hacer parecer que le joven comunista es un miembro de la más rancia aristocracia alemana.
Tambien es muy graciosa el intento por parte de los soviéticos de comprar la fórmula de la Coca-Cola, esta trama también se observa claramente la actividad de los servicios de inteligencia de ambos países por hacerse con los planes del contrario. El director Billy Wilder hace una Magistral y divertida comedia que satiriza al socialismo, donde la ideas poco a poco serán sustituidas por las comodidades del mundo capitalista, a destacar una escena donde un Mercedes fabricado en la Alemania Occidental es perseguido por un coche fabricado en el Pacto de Varsovia que se va cayendo a trozos cuando intenta tomar las curvas a la misma velocidad que el Mercedes.
Más claro imposible.

Jorge Matute Asencio dijo...

La película uno, dos, tres refleja perfectamente la división que en esos momentos vivía el mundo dividido por aquel entonces entre capitalistas y comunistas el llamado telón de acero, y cuyo máximo exponente en aquella época era Berlín, con media ciudad controlada por los capitalistas la RDA y la otra mitad controlada por los comunistas la RFA.
Es en este contexto donde se sucede toda la trama. Por un lado el delegado de Coca-cola símbolo del capitalismo y por el otro el joven Otto, un joven comunista que tiene idealizado el régimen donde vive y al que todo lo que huela a capitalista le da asco.
La verdad es que la película es bastante graciosa y por momentos algo frenética, sin embargo tras la comedia se esconden muchos guiños y muchos mensajes subliminares al espectador.
Una de las cosas que deja al descubierto es la corrupción que existía en el régimen comunista, violando por tanto sus propios principios, ante lo que el joven Otto se lleva una gran decepción. Así mismo, hace un retrato bastante bueno de las dos Alemanias durante el telón de acero. Una en la que el régimen comunista ejercía un férreo control sobre todos los aspectos del individuo y en la que la austeridad era la tónica general, y otra Alemania floreciente bajo el paraguas del régimen capitalista.
Por otro lado refleja también a una Alemania de posguerra en la que a los mismos ciudadanos alemanes les cuesta concebir que ya no estén en un régimen dictatorial. Véase por ejemplo el chofer de Billy Wilder que sube corriendo las escaleras para abrirle todas las puertas, su secretario personal que cada vez que le dice algo se cuadra cual agente de las SS ó las administrativas de la oficina que se levantan cada vez que él aparece por la puerta.
Hay algunas frases de la película que son geniales como “ya decidirá nuestro hijo si quiere ser un capitalista o un comunista rico”.
Para mí, la moraleja que la película quiere dejar en la retina del espectador, es dejar claro el poder del sistema capitalista, de hecho se ve perfectamente como Billy Wilder es capaz de transformar con el único poder de su cargo y su dinero a un comunista radical en delegado de la Coca-Cola en Inglaterra.

Luisra on 12 de mayo de 2010, 9:12 dijo...

Muy interesantes los comentarios que habéis hecho sobre esta película. Como habéis señalado, además de divertidísima, es una historia bastante crítica, tanto con el comunismo como con el pasado nazi de Alemania (ese secretario, antiguo miembro de la SS). Pero, ¿no os parece que también hay una crítica bastante incisiva hacia el modelo capitalista? ¿Alguien me podría poner alguna situación o alguna frase de la película en la que se demuestre eso?

Por cierto, Jorge, cuando dices Billy Wilder entiendo que te refieres a McNamara, el personaje interpretado por James Cagney. Billy Wilder es el director de la película.

Saludos.

Virginia Vílchez on 13 de mayo de 2010, 15:42 dijo...

Tarea grupal 5: "Un, dos, tres"
Esta película de Billy Wilder filmada en 1961, nos muestra una crítica muy dura del capitalismo y también del régimen comunista. Entre risa y risa, vas tomando conciencia de la situación tan ridícula en la que se ponen todos los personajes de ambas partes del muro que separa las dos Alemanias, empezando por el Sr. Macnamara, representado por James Gagney, al que normalmente había visto en papeles más serios; pero que no por cambiar a un personaje cómico, deja de estar genial en su interpretación. Él representa la esencia del capitalismo, donde todo se puede comprar, solo depende del dinero y los contactos de que dispongas. Se pasa toda la película intentando arreglar los inconvenientes que le surge debido a la inmadurez de la hija del dueño de su empresa, una chica mimada producto del capitalismo y consumismo norteamericano que aparece casada con un chico de la Alemania del Este y que es un comunista practicante y convencido. Esta unión entre dos simbolos del ambas partes del "telón de acero", hará que Macnamara, haga lo imposible, sin reparar en gastos para conseguir que este contratiempo no le cueste su ascenso y que ante el padre de la chica, el todo poderoso jefe de Cocacola, el chico "rojo", aparezca como un gran partido para su hija, convirtiendolo en descendiente de la antigua nobleza europea. Por supuesto, aquí entra la crítica a la parte comunsita, en la que aparecen los interrogatorios con torturas para provocar la confesión; el chantaje y soborno a dirigentes rusos e incluso el soborno a los militares que guardan la Puerta de Brandenburgo para que les dejen pasar por una caja de Cocacola.
Como colofón final, que se preveía en los últimos minutos de la cinta, la conversión del chico comunista al capitalismo, como no podía ser de otra manera.
Para mí el mensaje es un poco contradictorio, por un lado, tenemos al comunismo totalmente corrupto, en que los propios militares y dirigentes se dejan sobornar y el comunista más convencido finalmente cae a los pies del capitalismo, con lo cual, el capitalismo gana la partida. Pero por otro lado nos queda el Sr. Macnamara, que después de utilizar todas las artes capitalistas a su alcance, no consigue el preciado ascenso, siendo su perfecta producción la que finalmente se queda con todo, el ascenso, el jefe y la chica.
Me ha gustado mucho y es muy divertida, se la recomiendo a todos.
Virginia Vílchez Márquez.

Rocío Ledesma Castillo on 26 de mayo de 2010, 11:21 dijo...

Me encanta esta película, es una comedia trepidante que se mantiene constante durante toda la película y tiene un humor realmente inteligente. Esta comedia, no deja títere con cabeza en esa guerra fría que caldeaba el mundo. Impresionante la interpretación de James Cagney representante de ese capitalismo malvado, es escoltado por un grupo personajes que no pasan desapercibidos, una explosiva secretaria, un chofer de dudoso pasado nazi y una mujer tan consentidora como irónica. La Alemania dividida se ven las caras, pero no de una manera dramática si no todo lo contrario, el ritmo de los diálogos son muy rápidos y divertidos. Es una de esas películas que cuando no tienes un día muy bueno te hace reír.

Jorge Matute dijo...

Bueno Luisra, he estado repasando la película y sí que he encontrado algunas frases puestas en su gran mayoría en boca del rebelde comunista, que a mi entender suponen una crítica al sistema capitalista.
En primer lugar tilda al señor McNamara de "esbirro capitalista", creo que tan solo con esas dos palabras ya queda bastante denunciado.
Posteriormente cuando le quieren hacer la manicura, se niega porque dice que es "un símbolo de decadencia burguesa y de inseguridad", al igual que se quiere negar a ponerse unos calzoncillos de Nylon, material que inmediatamente relaciona con la marca Dupont y a la que acusa de monopolio.
En otro pasaje de la película, el señor McNamara le quiere enseñar a comer con cubiertos, a lo que el joven comunista le dice "veo que lo sabe todo, como se bebe el vino, con qué tenedor se come el pescado y...¿con qué cuchillo se apuñala al proletariado por la espalda, eh ?" Otra frase que ataca directamente al capitalismo.
Por último, los valores del país capitalista por excelencia, Estados Unidos, quedan patentes cuando van en el coche camino del aeropuerto, y el señor McNamara le dice al joven que no se preocupe por el título de conde con la siguiente frase "¡cálmate¡, los únicos titulos que conocen en América son Duque Ellington y los reyes del petróleo".
Bueno, espero que con alguna de estas frases haya dado en la tecla. Un saludo.

Luisra on 28 de mayo de 2010, 12:15 dijo...

¡Hola Jorge!
Pues sí, podría ser lo que tú dices, pero fíjate que yo veo más crítica al capitalismo en todo el personaje que interpreta James Cagney. Es decir, hasta qué nivel se rebaja (al fin y al cabo hace de niñera) para conseguir un ascenso sería una crítica feroz al sistema capitalista, denunciando uno de sus pecados capitales: la ambición desmedida por lograr más (dinero, normalmente). Muy relacionado con esto, estaría también la forma en que en el sistema capitalista se trata a los empleados, como simples marionetas con las que se puede jugar a su antojo: el jefe de James Cagney lo utiliza para que cuide de su hija (no tiene reparos en utilizar a un alto ejecutivo como si fuera una niñera); el propio James Cagney utiliza a su secretaria para seducir a los rusos... Los empleados son prácticamente esclavos, pues no se pueden negar a hacer algo que no les corresponde.

En cuanto a las frases, a mí siempre me ha gustado mucho una que le dice James Cagney al joven comunista casi al final de la película (cito de memoria, así que puedo meter la pata). "Eso es lo bueno del capitalismo, que siempre hay alguien que le debe dinero a alguien".

Saludos.

Ángel Gil on 28 de mayo de 2010, 21:05 dijo...

Ángel Gil Corzo

Una comedia interesantísima, muy irónica y con mucha fuerza a la hora de interpretar el comunismo. He escuchado mucho hablar de su director Billy Wilder, pero creo y según he leido, que esta es una de sus mejores películas de comedias. Esta película refleja muy bien la situación alemana en aquellos años 60 cuando Berlín estaba dividido en dos, la parte occidental y la parte comunista. La película está rodada íntegramente en la ciudad de Berlín en la época de la Guerra Fría, en el momento precisamente en el que se construyó el muro de Berlín. en la parte occidental estaba la sede de la Cocacola cuyo lider era MacNamara, que solo quería ascender y dar a conocer su producto, también quería desplazarse a Londres, un capitalista nato. Pero de pronto, llega a Berlín la hija del director de Cocacola de Atlanta, Scarlett. Ésta se casa con un joven comunista y esta situación no le gusta a MacNamara ya que le entorpece su traslado a Londres. todo esta situación desarrollada en un ambiente cargado de risas en muchos momentos de la película y sobre soto co muchos mensajes cargados de ironía y de un comunismo que desconosco, totalmente corrupto y que practicamente le da la victoria al capitalismo, ya que el chico comunista se convierte al capitalismo. En conclusión, una película que me ha llenado bastante, he comprendido algo más de esta época que me ha tocado estudiar, muy entretenida, muy didactica... La recomiendo.

Un abrazo a todos.

Anónimo dijo...

Un, dos, tres y Billy Wilder hace de esta comedia la satira más feroz al comunismo de la época, recrea como es posible que haya una confrontación nuclear en ese tiempo con una critica a los sitema por un lado capitalista y el otro comunista.
Me has gustado particularmente dos escena, una la del bar donde sale ella bailando la danza del sable a lo "Marilyn" y la otra la de un coche fabricado en el este persiguiendo a un Mercedes y que cuando coge las curvas se van cayendo a trozos.
FCO JAVIER DELGADO GOMEZ

María del Carmen Garrido Roldán dijo...

En la película podemos ver reflejada la situación en la guerra fría. La división de Alemania y el capitalismo americano.En la representación de James Cagney, como MacNamara el representante de Coca-Cola en Berlín Occidental.
Ha estado bien la película, muy graciosa. Sobre todo en las escenas del reloj de cuco y los taconazos de Schlemme. Una buen forma de repasar los acontecimientos históricos y divertirte a la vez con la historia de estos personajes. Da la sensación de que la película está hecha a cámara rápida, la velocidad a la que hablan, sobre todo el protagonista MacNamara (James Cagney), a un ritmo frenético diría yo. Todo sucede tan deprisa. Interesante, divertida, instructiva y arrolladora.
María del Carmen Garrido Roldán

Anónimo dijo...

En mi opinión no es una película enteramente cómica, a mi parecer es una tragicomedia. A la vez que nos cuentan las aventuras de Scarlett, nos cuentan la dureza de la Alemania de los 60.
Escarlett es una joven harta de la rutina y enamorada en Atlanta de un chico al cual su padre no le da el visto bueno. Para alejarla de él, la manda a Europa con varios de sus trabajadores como niñeras. Su último destino es Alemania, donde MacNamara dirige una sucursal de Coca-Cola. En esos momentos Alemania estaba dividida en la capitalista y la comunista. Cuando Scarlett llega a su destino, lo primero que hizo fue sobornar al chofer de MacNamara para que la sacara de la casa todas las noches. En una de sus escapadas conoce al joven Otto, del cual se enamora. Al poco tiempo se casan en secreto y ella se queda enbarazada. En un primer momento MacNamara decide jugarle una mala pasada al chico para imperdir que se escapen juntos. Supuestamente como regalo de bodas les da un cuco americano, y a él le coloca un globo en el tubo de escape de la moto que dice algo así como "arriba los yankies". En el momento que el chico cruza la frontera le detienen, le interrogan y le obligan a decir que es un espía americano. Justo en ese momento aparace MacNamara para sacarle de allí.
Intentarán que el chico parezca capitalista para que el padre de Scarlett lo acoja. Se inventan mil trucos para pasar la prueba, ya que el jefe no quiere que su hija este casada con un rojo.
Al fin de cuentas todo sale bien. Pero tenemos que recordar que aunque sea una comedia, la historia que nos cuentan de tras fondo fue real. Los comunistan hacían lo que fuera para no perder ellos su razón, obligaron al chico a firmar una confesión falsa, el no era espía. Este es el motivo por el cual no creo que sea enteramete una comedia, más bien, una tragicomedia.
María Vivas Delgado

Anónimo dijo...

TAREA GRUPAL UNIDAD 5

Esta película nos da una visión un tanto cómica de la situación en la que se encontraba la división de Alemania,representando el comunismo de una manera arraigada e inamovible,y el capitalismo de una manera más adaptable a la nueva forma de vida que se estaba desarrollando en el oeste de Alemánia. La "transformación" que "impone" sobre el comunismo casi al final de la película supone una metamorfosis inesperada hasta el punto que el convencido comunista acaba desarrollando las mismas muletillas que el obsesionado capitalista,pronunciando como él, un,dos,tres.
Patricia Arcos Ramírez.

Leo Castilla on 3 de junio de 2010, 10:57 dijo...

Pienso que el cine clásico es mucho mejor que mucho cine que se hace hoy día. Pienso que las ideas y los guiones eran mucho más originales que ahora. Esta película me da la razón. Resumo la película con un diálogo que sucede al principio. Más o menos es así: El jefe llega al trabajo y todos los empleados se levantan de la silla para saludarlo. El jefe les dice que se sienten y que no tiene que levantarse cada vez que llega. Esas quejas se las traslada a un secretario (genial cada vez que saluda "taconeando")y la respuesta del secretario es: ¡Es dificil convencerlos de que no lo hagan! Antes, cuando había comunismo se les podía obligar pero ahora que hay democracia hacen lo que quieren! ¡...y quieren seguir levantandose para saludarle!.
Pienso que el comunismo y el capitalismo no es una forma económica sino un pensamiento, una tendencia e incluso en ocasiones, creencia. Aunque la sociedad había cambiado, su pensamiento estaba anclado en el pasado y Billy Wilder lo ha retratado perfectamente. Al mismo tiempo pienso que esta película tuvo que ser divertida en EE.UU pero ¿ Qué pensarían aquellos antiguos comunistas? No creo que se ofendiesen ( o si...) pero les resultaría normal acatar ordenes "comunistas" en un país "capitalista". Algo que para nosotros resulta "extraño" sería normal para ellos. Es interesante los detalles de la forma de actuar de comunistas, capitalistas y como van modelando su forma de pensar a medida que avanza la película.
P.D: La otra la veré en verano aunque no puntue.
P.D2: ¿Ha llamado Ramoncín...? Si llama le envías el vínculo para que se ría un rato.

Unknown on 4 de junio de 2010, 18:33 dijo...

Una divertida comedia, un poco antigua, que recrea como estaba Berlín en plena guerra fría y separada en dos partes una occidental administrada por las potencias capitalistas y otra oriental tutelada por los soviéticos.
La película nos muestra como la parte occidental avanzaba y se modernizaba y la oriental seguía casi igual que cuando acabó la guerra.
Nos enseña la corrupción que había en la parte oriental y que lo único importante era la carrera espacial y ganar a los americanos.
Los personajes representan cada uno a los distintos tipos de la sociedad en la que viven, el capitalista rico, el que quiere llegar arriba como sea, los dirigentes corruptos, el idealista que sigue pensando en la revolución, a través de ellos vemos la sociedad de ese momento.
Divertida pero a la vez bastante didáctica en ver una situación que hemos estudiado a lo largo de este tema.
Francisca Mansilla Díaz

Anónimo dijo...

Me ha parecido graciosa pero algo rápida.
Pienso que a través de los personajes y las escenas de la película representa muy bien el enfrentamiento entre el bloque comunista y el capitalista.
Por un lado está el jefe de ventas de coca cola Macnamara que reflejaría el bloque capitalista y por otro el joven Otto del que se enamora la hija del superior del jefe de ventas Scarlett a la que se supone que debe vigilar y que representaría el bloque comunista al pertenecer a la rama radical de ese partido. El primero es una persona responsable mientras que el segundo lo presenta como un personaje no muy listo.
El problema, reflejo del conflicto entre las grandes potencias, es la relación amorosa y la corrupción que se ven en la peli.

También me ha resultado graciosa la diferencia entre los dos coches. Por un lado el fabricado en el Pacto de Varsovia que se va cayendo a trozos y por otro el Mercedes pienso que esto también es utilizado como comparación entre el bloque comunista y el capitalista.

Terminar señalando que por lo que he visto creo que el autor está más a favor del bloque capitalista que del comunista reforzando esto con el final ya que Otto se convierte en capitalista.

Alexander Ronning Cañete.

Elisabeth Fernández Soler dijo...

Uno,dos, tres

Hace tiempo que no me divertía tanto con una película cómica americana, gracias por recomendar buen cine.
La película ambientada en el Berlín de la Guerra Fría, nos ofrece una visión ácida y critica de los dos bloques que formaban el telón de acero. Su director Billy Wilder hace que el espectador no pierda en ningún momento la sonrisa y nos sumerge en el Berlín de 1961 para conocer como se vivía en ambos lados. Hay algunas frases que me llaman la atención por que reflejan claramente como eran los capitalistas y como los comunistas. A continuación cito algunas de ellas.

La primera refleja muy bien al capitalismo y ocurre durante la negociación de MacNamara y los tres miembros de la delegación rusa, para llegar a un acuerdo por la Coca Cola: “Peripetchikoff: ¿En lugar de dolares, no aceptarían una gira de nuestro Ballet de la Ópera?” “ MacNamara: Por favor, cultura no, dinero”

Esta aparece cuando están transformando a Otto en un perfecto yerno: "Otto: ¡¡Nunca criaré a mi hijo como un capitalista!!." "Scarlet: Cuando cumpla 18 años dejaremos que decida que quiere ser, si un capitalista o un comunista rico ."

O esta otra cuando los tres miembros de la delegación rusa se reúnen en conferencia y votan para hacer el intercambio de Otto por la secretaria: “Mishkin: ¡Votemos!” “Peripetchikoff: Yo voto sí “ “Mishkin: Yo voto sí” “Peripetchikoff: Son dos de tres, ¡Trato hecho!” “Borodenko: Compañeros, antes que nada debo decir que yo no soy del secretariado de refrescos. Soy un agente encubierto, encargado de vigilarlos” “Mishkin: En tal caso yo voto no. No hay trato” “Borodenko: Pero yo voto sí” “Peripetchikoff: ¡Otra vez dos de tres! ¡Trato hecho!”

cristian castellano pozo on 8 de junio de 2010, 16:07 dijo...

He elegido esta película porque, además de que me ha parecido muy divertido, refleja perfectamente la época de la “Guerra Fría” basada en la ciudad de Berlín, en las Alemanias divididas entre comunistas y capitalistas. McNamara, el personaje que interpreta James Cagney, hace referencia al capitalismo, demostrando en la película que podían obtener cualquier cosa a través de poderes, contactos importantes y dinero, es decir el chantaje y el soborno predominaban a gran escala. La hija del jefe de la compañía Coca-Cola (Scarleet), se enamora de un Joven de la Alemania comunista, llamado Otto. En definitiva la película hace una gran crítica al capitalismo ante todo, pero con una perspectiva humorística fantástica.

cristian castellano pozo on 8 de junio de 2010, 16:07 dijo...

He elegido esta película porque, además de que me ha parecido muy divertido, refleja perfectamente la época de la “Guerra Fría” basada en la ciudad de Berlín, en las Alemanias divididas entre comunistas y capitalistas. McNamara, el personaje que interpreta James Cagney, hace referencia al capitalismo, demostrando en la película que podían obtener cualquier cosa a través de poderes, contactos importantes y dinero, es decir el chantaje y el soborno predominaban a gran escala. La hija del jefe de la compañía Coca-Cola (Scarleet), se enamora de un Joven de la Alemania comunista, llamado Otto. En definitiva la película hace una gran crítica al capitalismo ante todo, pero con una perspectiva humorística fantástica.

Rocío Aranda González dijo...

En general he disfrutado bastante viendo esta película.
Es una comedia sencilla y muy entretenida, de esas que se te hacen cortas.
Si es verdad que es una comedia pero si nos damos cuenta las partes cómicas nos hacen "despistarnos" un poco de la realidad de la época que realmente intenta mostrarnos.
La historia se resume básicamente en la representación de la guerra fría, en la que Alemania quedó dividida en dos, la zona de los capitalistas y la zona comunista.
Uno, dos, tres no es más que una crítica al capitalismo, demostrando como este funcionaba a base de sobornos, chantajes, falsas promesas y la anteposición del dinero a la cultura.
Como representante al capitalismo tenemos a McNamara, un hombre ambicioso que le importa más bien poco lo que le pase a la hija de su jefe mientras el acabe siendo ascendido.
Por otra parte tenemos a Otto, comunista que se casa con la hija del jefe de McNamara.
El final queda demasiado abierto, dando a entender que Otto acepta la vida capitalista con tal de seguir con su mujer aunque sea con una falsa identidad.

Anónimo dijo...

María Isabel Rísquez Orellana
Un, dos, tres. Me ha resultado una comedia muy divertida dentro de una realidad que no lo fue tanto. En medio de una batalla entre el capitalismo y el comunismo, cuando Alemania se encuentra dividida, podemos ver la lucha del representante de una gran multinacional de refrescos y vivo retrato del capitalismo, situada en Berlín Occidental, que intenta hacer negocios con la URSS mediante sus normas. Él cree que este refresco puede romper el telón de acero, que hace imposible la intrusión a este gran gigante, pero sus planes son frustrados cuando su jefe y dueño de la empresa antepone el cuidado de su joven y alocada hija que acaba casandose con un joven comunista, que aceptará el capitalismo para seguir a su mujer.

Anónimo dijo...

Actividad Crupal Nº 5 H.M.C. Fernando López Rojas.

ONE, TWO, THREE,,

He elegido esta película por que irónicamente hace un fiel reflejo de cómo las ideas y pensamientos cambian dependiendo de la situación donde se encuentren los personajes.
Esta trepidante película del director Billy Wilder donde la actuación del actor James Cagney, “su último papel protagonista” hace un papel magistral de responsable de una fábrica de envasados de CocaCola que hay en Berlín Oeste, esta película nos remonta a los comienzo de la guerra fría, como se observa la diferencia de las dos zonas de Berlín, el progreso Occidental con el atraso del Berlín Oriental donde se ve todavía los edificios derruidos y las calles llenas de hierbas, también los personajes corruptos entre ellos el comisario político con un nombre algo peculiar y parecido a la Pepsicola hacen de ello una sociedad decadente ¿como una caja de refrescos tiene mas valor que un pasaporte?.
Hay una frase en la película, donde se refleja el sistema capitalista y su funcionamiento. “Por eso el sistema capitalista funciona bien, por que todo el mundo debe dinero a alguien” esta frase casi acuñada en mármol, es donde se basa casi toda la economía mundial.

Unknown on 30 de agosto de 2010, 23:18 dijo...

Aparte del loco desenfreno y humor de la película, se esconde un estudio de ambos sistemas económicos, y el hecho que al final el joven comunista termine en el lado capitalista no es más que lógica conclusión del enfretamiento entre capitalismo y comunismo. Indudablemente, la sociedad de consumo brinda muchas más posibilidades que la limitada (y utópica) sociedad comunista. Y conste que Wilder no hace apología del capitalismo, ya que esto es asumido con una cierta amargura por el director. La última escena lo deja bien claro.

Me parece una fantástica película para explicar el capitalismo y el socialismo.

Leticia García-Valdecasas Cerón

Álvaro Castellano Simán dijo...

¡Esta pelicula si que es buena! a diferencia de la vida de los otros; uno, dos, tres... está cargaad de mensajes y de situaciones que reflejan la Alemania dividida. Se puede ver como un lado del muro de Berlín está prosperando (incluso tiene la Coca Cola) mientras que el otro está sumido en miseria, corrupción y espionaje.

Publicar un comentario

 

**Desenho: Mamanunes Templates **Inspiração:Ipietoon's **Imagem digital: Kazuhiko Nakamura